Empresarias de la Cantabria Rural

Protagonistas
"Hoy en día trabajar de lo que te gusta es un lujo, yo soy una de esas afortunadas y no quiero cambiarlo"
Propietaria de La Tienda de Patri
Es una mujer de esas que apodan invisibles. Cuida mucho de los pequeños detalles a la hora de vestirse y se mantiene alerta a las nuevas tendencias. En definitiva, es una auténtica apasionada de la moda y todo eso le ha llevado a que 25 años después siga trabajando como dependienta en su tienda de Potes.
Comenzó como asalariada y desde hace 5 años pasó a ser propietaria de La Tienda de Patri. Bajo ese nombre hay una peculiar historia que nos ha querido contar. Siempre fue conocida con esa designación pese a que anteriormente se denominara Razza. Como la dueña de la tienda vivía en Madrid y a penas estaba en el establecimiento, todos sus clientes decían que iban a comprar donde Patri, y así surgió el nombre.
Tiene a la venta todo tipo de ropa, tanto para hombres como para mujeres. También se puede encontrar calzado, accesorios y joyería de plata. Posee marcas conocidas como Lola Casademunt, Noco o Don Algodón. Sólo ella ofrece esas marcas en Potes y además, rara vez tiene cosas repetidas pues la exclusividad es una de las características de su tienda.
Pese a los más de 1.300 habitantes que hay en Potes, “en verano y los fines de semana aumenta la clientela”, nos señala Patricia. También nos comenta que “muchas veces los turistas no les da tiempo a comprar nada en las ciudades y lo hacen allí”. Por otra parte, señala que las redes sociales llevan a cabo un papel muy importante en su negocio sobre todo Facebook e Instagram. Nos explica que cuando hay novedades la gente contacta con ella para encargar artículos o para preguntar acerca de más novedades.
¿Cómo consigues nuevo material para vender en la tienda?
Normalmente a través de mayoristas y comerciales. Algunas veces voy a Santander a un hotel en el que hacen una exposición de los artículos y dependiendo de lo que me gusta, hago el pedido. Otras veces son los propios comerciantes los que vienen a mi tienda a ofrecer los productos. En invierno compramos las prendas de verano y viceversa.
¿Cuál es tu mayor miedo como empresaria?
Ahora que te voy a contar… Tengo muchos temores. Es muy difícil seguir adelante y más en la situación en la que nos encontramos a causa del COVID-19 que no me permite abrir la tienda. No obtengo ningún beneficio y tengo que seguir pagando impuestos y muchos pagos. Cada día me armo de valor para seguir adelante pese a todas las dificultades, y como me gusta mi trabajo, intento ser positiva y pensar en hacer mi trabajo lo mejor posible para tener contentos a todos mis clientes.
¿Qué consejo darías a una mujer que quiere emprender un negocio similar?
Si te gusta, adelante. Es un proyecto muy bonito y lo más importante de todo, es hacer siempre lo que te gusta. Es necesario meter muchas horas y la paciencia es clave, aunque lo más importante es que que tienes que pensar que todos los meses no son iguales. Hay meses que ganas mucho y otros que no ganas tanto. Pero al fin y al cabo, tener mucha ilusión es lo importante.
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Después de 25 años me levanto con la misma ilusión que el primer día